Mucho más que viajar

Bienvenidos!

Hoy no os voy a contar la clásica explicación de un proyecto, de que se trata o que ofrezco. Tampoco os querré vender ni promocionar ningún producto ni ningún viaje, sino que prefiero explicaros una pequeña historia sobre mí. Una historia que me ayudó a crecer y ver la vida con otros ojos.

Mi situación

Hace 5 años, era una persona que tenía un trabajo estable, con buenas condiciones, buenos compañeros de trabajo y relativamente cerca de dónde tenía mi casa, mi familia y mis amigos. En definitiva, estaba en una situación cómoda y aparentemente sin problemas.

Personalmente, también gozaba de una vida agradable rodeado de muy buenos amigos y una familia fantástica, que por suerte aún los sigo teniendo. Podríamos decir, que era una persona con suerte, con buena salud y mucha energía para disfrutar y formarme. Pero dentro de mí llevaba tiempo con una sensación que no me hacía disfrutar el máximo el día a día. Era una sensación de rutina, de que necesitaba hacer alguna cosa más por mí, de que «me faltaba algo». Esto lo notaba, ya que me sentía estancado, una mezcla de diferentes sensaciones en mi interior, una de ellas era la de que no avanzaba. Y en mi mente se repetía una y otra vez una pregunta, ya está? esto es lo que haré durante los próximos años? No tengo nada más que aportar que mi trabajo de ocho horas trabajando por otro?-.

En busca de MI felicidad

Esta pregunta me consumía por dentro, porque veía que tenía que hacer alguna cosa, para no sentirme así. Mi familia ha sido siempre emprendedora, mis padres, y mi hermano son gente con las que puedes confiar y aprender mucho de ellos. Puede que mi entorno familiar me ayudase a realizarme esas preguntas. Pero aún así, veía que la forma como estaba el mundo laboral, me arriesgaba mucho a dejar un trabajo que me proporcionaba una estabilidad económica y personal.

 

Te entiendo, debes estar pensando que si tenía un trabajo cómodo dónde me sentía bien y rodeado de gente buena para mí, porque me preguntaba esto, porque sentía que algo no funcionaba. Puede que en fondo lo sentía así, porque no me hacía realmente feliz.

 

El problema es que en aquel momento, sabía que tenía que hacer algo pero no sabía el que. Únicamente sabía que lo tenía que buscar fuera de dónde estaba y que estaba ansioso por encontrarlo. Y cómo buscarlo? tuve una idea clara, no repetir experiencias pasadas, hacer cosas que no había hecho hasta entonces, cosas que me abrieran la mente y que me ayudasen a mejorar. Empecé a leer libros de desarrollo personal, psicología, emprenedoría, etc… y llegué a la conclusión que era un buen momento para vencer ciertos miedos que aún persistían en mí.

Te das cuenta que en la vida, es tan importante el qué, como el cómo.

Mi miedo

Pensé que debía hacer una cosa que realmente me gustase y a la vez que pudiera aprender y mejorar. Y la primera cosa que me vino a la cabeza fue la de viajar, desde siempre que me ha gustado, pero a la vez había sentido un miedo muy fuerte en viajar solo. Curioso no? Una vez ha pasado cierto tiempo y miro atrás, me doy cuenta que en la vida, es tan importante el qué, como el cómo lo hagas.

Allí se me abrieron los ojos, pensando que ya sería hora de superar este miedo a viajar solo. Me recordaba, todos esos pequeños miedos superados desde entonces, en la escuela, universidad, en el trabajo, en el amor, etc… Que una vez superados te conviertes en una persona mejor, donde todo cobra más sentido. Así es como me quería sentir de nuevo.

Enfrentarse a tus miedos

Por suerte, después de unas semanas buscando y pensando conseguí encontrar un camino que ahora veo que fue perfecto para mí. Decidí realizar un viaje durante 2 meses a Filipinas totalmente solo. Un viaje que consistía en 3 puntos importantes para mí:

  1. Visitar por primera vez Asia.
  2. Hacer voluntariados en diferentes empresas del país.
  3. Mejorar mi nivel de inglés, que me hacía falta.

No puedo describir como me sentía cuando sólo esperaba los días para hacer el viaje, una mezcla de nervios, emoción, alegría y… para ser sincero un poco de miedo también.

De repente, la frase » la felicidad está al otro lado del miedo» cobraba mucho sentido para mí.

Uno de los mayores miedos que tenía era la de viajar solo, siempre lo había hecho con amigos, compañeros de trabajo, familia o pareja, pero reconozco que esa palabra me transmitía soledad y a la vez demasiada libertad es decir, decidir en cualquier momento que es lo que quería hacer, no depender de nadie ni decidir por nadie para hacer lo que quisiera.

El resultado

Y el resultado os puedo asegurar que fue increíble, sin duda las mejores «no vacaciones» que jamás he hecho. De repente la frase de «la felicidad está al otro lado del miedo» cobró mucho sentido para mí.

Fue un viaje dónde aprendí cada día cosas nuevas, disfruté de las pequeñas cosas que te da la vida, me llevé muchos recuerdos de gente que todavía conservo, hice amistades de diferentes países, conocí una nueva cultura, mejoré mucho mi nivel de inglés, descubrí habilidades que no sabía que tenía, pude apreciar y ver la gratitud que recibes cuando ayudas a la gente, disfruté de unos lugares paradisíacos y sobretodo mejoré habilidades que ya tenía y al mismo tiempo descubrí algunas que ni tan siquiera sabía que tenía. Pero sobretodo durante todo ese tiempo viví como si no tuviera ningún problema, como si las preocupaciones hubieran marchado sin decir adiós, fue un sentimiento de liberación.

En conclusión, y como me digo a mi mismo varias veces, el miedo esconde muchas oportunidades para crecer. Así que tengo la intención que este blog sea una oportunidad para ayudar, informar y motivar a las personas que quieran formar parte de este proyecto y disfrutar de los destinos y cursos que les ofrezcamos, pero también será una gran oportunidad para mí, de poder conocer gente con los mismos alicientes y gustos a la hora de viajar y que quieran vivir experiencias inolvidables.

 

Día 1 en Filipinas
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